CHUNKING MYSELF
Abro el libro que contiene impresos los retratos familiares. Busco la hoja de papel brillante que contiene el mío dibujado. Paso páginas y páginas. Por fin la encuentro. Con delicadeza la retiro de su sobre transparente. Con una mano la sujeto por la esquina. Levanto el papel a la altura de mis ojos. Con la otra mano sujeto la otra esquina. Lo miro fijamente a los ojos. Me sostiene la mirada. Presiono  con ambas manos. Empiezo a tirar: con una mano hacia adelante y la otra hacia atrás. Me hace un guiño de tristeza. Cierro los ojos. Se comienza a dibujar una grieta informe. Me duele. Un frío de espasmo atraviesa la hoja de papel brillante, y mi masa cerebral. Me detengo. Respiro. Lo miro fijamente. Ya no me sostiene la mirada. Debo continuar. Terminar lo empezado. Retomo. El espasmo se hace más agudo. Me quejo. Un grito mudo se atasca: se hace nudo: sólo yo lo oigo, y él. Casi termino. Ahora tengo en mis manos la hoja de papel brillante que contiene impreso mi retrato, en dos: en cada mano un retazo sujetado por las pinzas de mis dedos. Dejo de presionar. Los dejo caer. Respiro. Kirk Kierkegaard antes de morir dijo: ´´¡Barranme!´´. 
Chunking Myself
Published:

Chunking Myself

Published: