Muy poco queda del patrimonio ballenero. De las más antiguas plantas su presencia
es prácticamente invisible. Entre las más nuevas se conservan algunas de sus  construcciones, pero el deterioro, sobre todo en la planta de Chome, ha sido muy rápido. La planta de Bajo Molle, es la que mejor se conserva pero está en peligro como las anteriores. Sólo en la planta ballenera de Quintay se han implementado proyectos que han logrado recuperar algunas de sus estructuras.
Gran parte de este estudio es posible gracias a investigaciones desde el área de la etnografía en Chile, en especial de Daniel Quiroz, Antropólogo de la Universidad de Chile (1978), quien se ha dedicado años a generar un registro lo más completo posible de cada planta ballenera en el país. Quiroz propone “la posibilidad de declarar monumento histórico a todas las plantas balleneras, tanto ““visibles”” como ““invisibles””, como una totalidad [...]”(Quiroz, 2017, p.25), lo que parece exagerado. Sin embargo, al observar que las balleneras se distribuyeron a lo largo del país, ubicadas en zonas donde las ballenas abundaban en las costas como hoy en día, nos damos cuenta del potencial que ello conlleva.

La Ballenera Trinidad se ubica en Caleta Chome, una localidad de pescadores en
la zona centro sur de Chile en la Región del BioBío en la comuna de Hualpén.
Se emplaza en el borde noroeste de la Península de Hualpén, zona declarada
como Santuario de la naturaleza (1976), que constituye una superficie no menor a
un 50% de la comuna.

Se llega descendiendo por el cerro Teta Sur, desde el centro de la península. La caleta con la que cuenta el poblado se ha levantado de manera improvisada en la planicie que antes utilizaba la ballenera. Las casas se encuentran frente al mar rodeando el cerro y terminan en una planicie que ha sido utilizada como plaza.
Es una comunidad de aproximadamente 40 casas construidas en una quebrada protegida de los vientos. Rodea su entorno el bosque nativo, cerros, acantilados costeros y playas. Frente a la caleta se encuentran las islas Cullinto y Chome.
Se dice que su nombre se debe al antiguo propietario de los terrenos, el norteamericano Charles Home, o C.Home.

El origen de la Ballenera y de la caleta se remonta a un grupo de familias que fueron traídas al continente desde la isla Santa María, por la familia Macaya, una de las más pudientes gracias a la “caza de ballenas”.
En el año 1948 se comienza a construir en Chome una nueva planta ballenera y también casas, para los “obreros especializados” y sus familias, una escuela, caminos y tendidos eléctricos.
La Ballenera alcanzó su máximo esplendor en la década de los 60´s, cazando 280 ballenas en una temporada. La ballena más grande fue de 28,70 metros. Hacia la década de los 70’s, el carbón deja de ser una fuente importante de extracción, por lo tanto la venta de aceite de ballena deja de ser rentable, además las ballenas comienzan a escasear.
Finalmente la ballenera cierra en 1983. Un año después de la moratoria de la CBI. Tras esta medida, muchos lugareños tuvieron que emigrar a las ciudades principalmente a la de San Vicente y Talcahuano en busca de trabajo, quedando solo unos pocos que se dedicaron a la pesca artesanal y al buceo.