JORGE USÁN D´ESPORA
Hay microelementos en la obra de Jorge Usán, sin limites o tiempo. Crea una naturaleza manipulada con un resultado que pareciera al azar pero calculado para crear armonía entre los elementos y texturas. Pilares sin fronteras, distintas facetas, distintos destinos. Pilares que elevan.
El tiempo no regresa, el tiempo marca cada obra de Usán. Ese tiempo que la pieza arrebata para tomar vida aún cuando no lo vemos. Cada pilar con una historia de un tiempo que no se detiene. Si hubiese un final seria el de la eternidad. Hay un silencio.
No se determina lo que fue ni lo que será. Los cálculos sobran y los elementos se alinean por naturaleza.
Isa Natalia Castilla
Galerista y comisaria
Todo objeto es una membrana. Todo objeto es un tejido que separa el adentro del afuera. Todo objeto es una membrana en descomposición. Todo objeto tiene sus componentes sujetos a una caducidad propia del universo. Lo propio de nosotros es no durar. Todo objeto es una membrana que necesita ser revelada, arrancada de las capas de satisfacción que nos cubren, que los cubren. Todo objeto es un bosquejo de cadáver que no tiene prisa por acontecer. Todo objeto es un advertencia de la degradación que se esconde, pobremente, a los ojos del común. Toda membrana es una pausa en la carrera hacia el abismo. Todo objeto es una salida en falso que la permanencia juega como carta equivocada. La obra de Jorge Usán nos recuerda que todo objeto está condenado, parte a parte, a ser un lienzo donde la degradación despliegue sus verdades celulares. Toda forma es una apuesta por la permanencia, pero también toda forma es un aviso de demolición. Todo objeto tiene forma de hueso si se expone correctamente, bajo cierta luz desnuda, bajo cierta lucidez que desgasta en pequeños sitios donde la vida se pudre para poder ser vida. Todo objeto es un lance de dados que la materia ejecuta para resistir la verdad más desnuda del universo: Toda forma es un cementerio, aunque no lo sepa.
Estado de sitio
Luis Alberto Arellano
Escritor
