LA PETITE MORT
Capturar una idea y darle forma puede ser un asunto complicado. Verlas llegar y desvanecerse en ciclos, impulsaron en gran parte la idea. Esta serie no solo habla de la muerte, expresa vida y sentimientos.
Los ciclos, la vida, la muerte, palabras que venía pensando y que tenía que plasmar en un proyecto. Me encontraba reflexionando sobre cómo vivimos, agonizamos y morimos constantemente y en diferentes aspectos, cotidianos o no, a cada momento y en todo lugar.
Esas experiencias sincrónicas son las que nos dotan de recuerdos.
El paso del tiempo nos separa de nuestros seres queridos, amigos, amores, conocidos, lo cual nos angustia, por no poder volver a reencontrarnos con aquellos seres que tanto han significado para nosotros, y también nos recuerda que incluso nosotros nos acercamos a ese momento final.
Una mañana, al despertar, se me ocurrió pensar e intentar asimilar cuales serian los sentimientos, las expresiones de los seres humanos al saber que se encuentran ante sus últimos segundos de vida.
La idea pictórica es intentar transmitir esos sentimientos y expresiones, ese momento efímero donde nos llenamos de placer, de amor, vergüenza, tristeza, alegría, dolor, o cualquier otro sentimiento que nos identifique, y que mayoritariamente sentimos en soledad.
La vida, la muerte, los ciclos. La Petite mort, la pequeña muerte, referido al periodo refractario que ocurre después del orgasmo sexual. Edgar Allan Poe nos comenta: “Los limites que separan la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, borrosos e indefinidos”. Eduardo Galeano aporta: “Pequeña muerte, culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta, perdiéndonos nos encuentra, y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman, pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace”.
La curiosidad de los sentimientos y la libertad de estos, dieron forma a la idea de poder hacer público algunos rostros y esa expresión final de éxtasis sentimental en segundos antes de una muerte.
