En abril del 2011 decidimos participar en el concurso nacional de promoción turística «Creatividad para México», un certamen organizado por la Secretaría de Turismo Federal, el Consejo de Promoción Turística y la UNAM. El objetivo: desarrollar una campaña para motivar a los mexicanos a viajar por su propio país.
Decidimos trabajar sobre el concepto «viaje» y no sobre el ya desgastado concepto «destinos». La acción misma del viaje es más relevante que un adjetivo que trata de describir un lugar. La felicidad de un viaje no está en el destino, la duración o la compañía, sino en el viaje mismo. Así, nuestras propuestas transmiten la felicidad que otorga un viaje: la experiencia, la satisfacción de recorrer caminos y adquirir recuerdos: la felicidad que se adquiere al asociarse con la vida. La felicidad de viajar por México.
Una campaña simple, concreta y directa, que apele a la acción personal y no al destino. La campaña genera el sentimiento que querer comenzar algo (un viaje).
Invitamos al lector a identificarse: «yo soy ese, el de la foto» o «yo quiero ser como esa, la que está ahí».
Viajar no sólo te hace feliz durante el viaje, sino desde antes, cuando ya lo estás esperando, y después, cuando lo estás recordando.
Viajando te conviertes en una mejor versión de ti: subes escaleras, pruebas de todo, quieres salir diario, observas detalles: vives tu mejor yo.
Una campaña que rompe con los estigmas asociados con los viajes: lo único que necesitas es actitud y un fin de semana ordinario, y eso está al alcance de todos.
Cuando alguien viaja por México, se nota. En el bronceado, en la sonrisa, en la actitud o estado de ánimo. Viajar te da la posibilidad de ser otro. Te da perspectiva. Te hace probar cosas que no probarías de otra manera. No importa que sea un viaje corto, en 36 o 48 horas puedes vivir cosas que te marcarán por varios años o décadas. Por eso, cuando alguien viaja por México, se le nota.
