Reforma y rehabilitación de un local existente destinado a uso de discoteca para ubicar una vinoteca y tapería. El local objeto de la reforma se encuentra en una planta sótano a la que se accede por medio de unas escaleras desde la fachada que da a la calle.
Estado previo de la fachada del local.
Estado previo, acceso desde la escalera
El proyecto nace con un condicionante previo de un presupuesto muy limitado, por lo que previamente ya se descartan el picar pavimentos o hacer un cambio en la fachada más drástico. Se pretende entonces dar un “lavado de cara” y se adopta una actitud conservadora tratando de potenciar los elementos existentes y renovándolos por medio del uso de pintura, tratamiento de pulido o recubrimiento con paneles de madera o chapas.
Siguiendo esta premisa, como cierre del local se deja la puerta actual pero se pinta y se le da un tratamiento de envejecido. El zócalo se cubre con una chapa de aluminio de las mismas dimensiones y pintada del mismo color que la puerta. Se elimina el voladizo o marquesina actual por considerarse que transmite una idea de local de noche o pub. Sobre la puerta y tapando la caja de la persiana se coloca un letrero realizado en chapa de aluminio (pintada también del mismo color que la puerta) que llevará aplicado un vinilo con el nombre o logo del local.
Una vez que accedemos al local, se mantienen tanto la barandilla como el pavimento de la escalera, pero si pinta la primera y se pule el segundo. Los paramentos verticales, se pintan de blanco para dar luminosidad a la zona. Aprovechando la gran altura de la zona de la escalera, sobre 2 de las paredes se colocan unas contras de madera restauradas, intentando recrear el ambiente de un patio andaluz (connotación de frescura, limpieza, asociación con la buena gastronomía y los vinos). Una de las contras situadas en el paramento que queda frente a la puerta, estará abierta y mostrará un espejo. Este último, mediante un juego de reflexiones (se colocará otro en el paramento que lleva hacia los aseos), mostrará el interior del local. En el paramento que queda libre, se colocan unas jardineras, introduciendo el elemento vegetal, reforzando la idea de patio. Para reforzar esta escenografía, en la parte superior se colocará una viga (en posición horizontal) a unos 15 cm del paramento y, sobre ésta, unas tejas.
Planta estado reformado
En la planta sótano se mantiene también el pavimento actual y se le da un tratamiento de pulido. El frente de la barra se recubre con unos paneles de virutas orientadas y la estructura de vigas que se encuentra sobre ella se lija, quedando en su color natural. Tras la barra se eliminan los espejos (connotación de pub o local de noche) y los paneles oscuros existentes y se sustituyen por otro pintado con pintura de pizarra en el que se escribirá el menú, la carta de vinos, etc. El sobre de la barra se realiza con un tablero que se pinta en un tono granate.
En el paramento situado frente a la barra se coloca una estantería, a modo de expositor de vinos, realizada también en madera y con el mismo acabado de la estructura de vigas. En el paramento situado en frente de la cocina se coloca una barra (zona para comer de manera informal, sentados en taburetes o de pie) también con este mismo acabado.
Los paramentos del interior del local se pintan de blanco y se coloca sobre ellos carteles publicitarios antiguos, introduciendo así un elemento gráfico que aporta familiaridad y cercanía. Se aplica color (el mismo granate que el sobre de la barra) en los paramentos que forman el volumen de la cocina. La parte superior de éstos (a partir de una altura de 1,80m) se cierran con unos planos de vidrio traslúcido, permitiendo así que entre luz en la cocina. El techo de todo el local se recupera y se pinta de blanco para dar más sensación de altura.
En la parte posterior del local en la que se sitúa la zona para comer de manera más formal, setados en mesas bajas, se eliminan los barrotes de las ventanas y los vidrios son sustituidos por otros traslúcidos, ganando así privacidad (la fachada da a un patio de manzana).
