Se crea una instalación a manera de diorama, donde se explora el espacio arquitectónico de la obra, parte de la leyenda de San Francisco de Asís, el Belén de Greccio, de Giotto di Bondone. La instalación celebra la calidad pictórica impregnada en las obras de Giotto, donde la teatralidad espacial se impone en la búsqueda de la profundidad visual. Es la interacción con la obra misma, siendo parte de ella.