NO ENTENDEMOS EL CUERPO SIN SENSACION
En un mundo de sombras y contrastes, el blanco y negro se convierten en los protagonistas de una secuencia de dibujos que trasciende las barreras del color para adentrarse en el universo de las sensaciones y emociones más profundas.
Los reflejos de nuestras sensaciones
DE LO REAL AL CARBONCILLO
En este viaje visual, cada trazo, cada línea, cada sombra, es un eco de nuestra propia existencia, un reflejo de los matices de la vida que a menudo pasan desapercibidos. La ausencia de colores vibrantes no limita la expresividad, sino que la potencia, permitiendo que las emociones sean el verdadero motor de la narrativa visual.
Así, en esta secuencia de dibujos a blanco y negro, exploramos el infinito universo de nuestras propias emociones, recordando que en la simplicidad de los contrastes y trazos se encuentra la profundidad de nuestra humanidad en distintos espacios.
Dando fin a esta secuencia, el blanco y negro se fusionan de emociones, desafiando las limitaciones del papel para trascender hacia lo abstracción de luces. En este momento culminante se ve inmerso en un torbellino de sensaciones, donde el tiempo y el espacio se diluyen en contrastes y contradicciones.
