En el siguiente dashboard, analizaremos la producción de uvas en Argentina. En primera instancia, exploraremos la evolución de la producción a lo largo de los años, centrándonos en el periodo 2013-2022, para luego sumergirnos en los datos específicos del año 2022.
El objetivo de este análisis es visualizar la diversidad de la producción de uvas en el país, yendo más allá de lo que el sentido común, basado en conocimientos de cultura general, nos indica.
El objetivo de este análisis es visualizar la diversidad de la producción de uvas en el país, yendo más allá de lo que el sentido común, basado en conocimientos de cultura general, nos indica.
En esta sección, podremos visualizar en el gráfico de barras cómo ha evolucionado la producción a lo largo de 10 años, desde 2013 hasta 2022, considerando 16 provincias productoras. Es posible observar que la producción fue constante y solo en 3 años estuvo por debajo del promedio. Asimismo, disponemos de otro indicador que nos muestra la producción total de esa década.
Contamos con un filtro que nos permitirá ver datos específicos de cada provincia y descubrir información interesante, como por ejemplo, que en el año 2013, Misiones tuvo una pequeña producciónde 22 quintales para luego abandonar la industria vitivinícola. También, Chubut no registró producción hasta el año 2014, manteniéndose en constante crecimiento hasta los datos de 2022.
Esto comienza a evidenciar la diversidad de provincias en las cuales se produce uva. Para este propósito, también disponemos de un mapa que señala las provincias con producción y nos permite observar, según el tamaño de la burbuja, dónde hay mayor o menor producción.
Uso de tooltip para resaltar el dato de la producción total por región
Adentrándonos en los datos del 2022, encontramos dos insights potentes: una producción total de 19 millones de quintales y la cantidad de variedades de uvas producidas, 142.
A simple vista, podemos observar en el treemap cuáles son las provincias con mayor producción, destacándose Mendoza, San Juan, La Rioja y Salta. Justo debajo, presentamos un top ten de las variedades más producidas, notando que después del Malbec aparecen variedades no tan difundidas, como Bonarda y Syrah.
En los gráficos de donas, introducimos dos medidas nuevas: el tipo de uva, dividido en tintas, rosadas y blancas, y el destino de uso, es decir, si esa producción será destinada a la elaboración de vinos o para consumo en fresco y/o pasas. Todo se puede filtrar por provincia, además de los otros factores ya mencionados.
El factor de destino será crucial, ya que en ese caso la historia cambia significativamente. Tanto la provincia con mayor producción como los varietales producidos varían. Podremos observar que si es para elaboración, Mendoza y el Malbec encabezan la lista, pero si hablamos de consumo en fresco y/o pasas, San Juan toma la delantera con la variedad Flame Seedless. Ampliaremos esto en relación a las regiones en la siguiente sección.
Además, se implementó un tooltip para el gráfico de tipo de uvas, donde se muestra un diagrama de Pareto para evaluar cuáles son las variedades que conforman el 20% que contribuye al 80% de la producción total. Este dato no es menor al considerar dónde enfocar nuestros esfuerzos a la hora de invertir en la industria vitivinícola.
La incorporación de un esquema jerárquico en esta sección es sumamente relevante, ya que nos brindala oportunidad de explorar en detalle los datos de la producción del año 2022, considerando las distintas regiones productoras de uvas en Argentina: Cuyo, Noroeste, Patagonia, Pampa, Sierras y Litoral.
La capacidad de filtrar los datos por destino de uso agrega un nivel adicional de profundidad a nuestro análisis. Este filtro nos permitirá visualizar otras variedades de uvas y descubrir patrones interesantes. Por ejemplo, podremos identificar a San Juan como el principal productor de uvas destinadas al consumo en fresco. Además, este filtro nos brindará la oportunidad de explorar las variadas producciones en regiones menos destacadas, como Entre Ríos, donde se produce la uva Tannat en la región del Litoral.
Este enfoque resulta especialmente atractivo, ya que nos proporciona de manera clara y detallada la posibilidad de explorar, región por región, qué tipo de uvas se están cultivando y en qué cantidad encada provincia. Esta perspectiva granular no solo enriquece nuestra comprensión de la producción deuvas a nivel nacional, sino que también destaca las particularidades y diversidades de cada regiónvitivinícola en Argentina.
Conclusión del análisis
Después de analizar detalladamente la producción de uvas en Argentina, la evidencia recopilada respalda de manera significativa la hipótesis planteada. Los datos revelan que la diversidad y dinamismo en la producción de uvas van más allá de la percepción comúnmente arraigada en torno al Malbec y a la prominencia de Mendoza.
En primer lugar, las visualizaciones sobre la producción del 2013 al 2022 muestran la amplia distribución geográfica contando con 16 provincias productoras, aunque la región de Cuyo y Mendoza en particular, mantienen su protagonismo.
El análisis específico del año 2022 profundiza aún más en esta diversidad. La producción total de 19 millones de quintales y la existencia de 142 variedades de uvas son cifras reveladoras. El treemap ilustra claramente las provincias líderes en producción, y el top ten de variedades más producidas revela que el paisaje vitivinícola es más complejo de lo que se percibe a simple vista.
La exploración de las regiones productoras, desde Cuyo hasta el Litoral, confirma la diversidad geográfica. Los datos desafían la noción tradicional al mostrar que provincias menos reconocidas, como Entre Ríos, contribuyen significativamente con variedades como la Tannat en la región del Litoral. Además, emergen variedades notables, como la Cereza en San Juan, que están ganando terreno en la industria vinícola, evidenciando una dinámica y evolución constante.
En resumen, la riqueza de la producción vitivinícola en Argentina se revela en estas diversas capas dedatos. Más allá de la fama del Malbec y de la centralidad de Mendoza, el país presenta una narrativa vinícola compleja y en constante evolución. Esta investigación respalda la hipótesis inicial al demostrar que la diversidad de variedades y la dinámica en la elección de usos desafían las percepciones comunes, abriendo la puerta a nuevas exploraciones y oportunidades en la industria vitivinícola argentina.
