Garabato
En lo más profundo del bosque, donde los árboles susurraban secretos ancestrales y la luz del sol se filtraba entre las hojas como hilos de oro, vivía Garabato, una criatura singular y mágica. Con su piel moteada y sus ojos centelleantes, Garabato era el guardián de la creatividad escondida en la naturaleza.
Lo que hacía a Garabato único era su habilidad para crear lápices mágicos a partir de la corteza de los árboles del bosque. Con manos ágiles, recolectaba con cuidado la corteza de aquellos árboles que estaban dispuestos a compartir un fragmento de su esencia para convertirse en herramientas de expresión. Garabato tallaba con cariño cada lápiz, insuflándoles vida con su magia especial.
Pero Garabato no solo era un artesano, también era un artista apasionado. Le encantaba dibujar las criaturas ocultas del bosque, aquellas que solo revelaban su presencia a aquellos con un corazón dispuesto a creer en la magia. En sus creaciones, plasmaba la esencia de las hadas que danzaban entre los rayos de luna, los duendes traviesos que jugaban escondite entre las raíces y los guardianes místicos que protegían el equilibrio del bosque.
Sus obras se volvían parte del bosque, fusionándose con la naturaleza y extendiendo su magia por todo el reino vegetal. Cada lápiz que Garabato creaba era una extensión de su imaginación, y aquellos que tenían el privilegio de poseer uno de sus lápices mágicos podían ver más allá de lo tangible, descubriendo los secretos que el bosque guardaba celosamente.
Así, Garabato continuaba su labor, tejiendo arte y magia en cada rincón del bosque. Su historia se convertía en leyenda, y su arte perduraba en la corteza de los árboles y en el corazón de quienes habían sido tocados por la maravilla de sus creaciones.
NATNAT...
Técnica: Ilustración digital
Fecha: 01/2022
