El aburrimiento empieza cuando ya te esperas lo que te vas a encontrar. Sin ese "¡AH!" o ese "LOOOL", dependiendo de tu generación, las cosas pierden su gracia. Y cuando algo no suena de locos, la GenZ no va. Y los museos no suenan de locos.
Así que hablamos con una Inteligencia Artificial para que eso cambiase.
Y ahí se nos fue la pinza.