La tarde la dedicamos a Padua, se merece mucho más, pero el tiempo escasea en los viajes.
El primer objetivo era visitar la Capilla de los Scrovegni con los frescos de Giotto. Espectacular. Después aun pudimos dar un paseo por el centro y llegar hasta la basílica de San Antonio de Padua, que ya estaba cerrada cuando llegamos.