Hay un momento de la vida, cuando empleas tu energía y tiempo en un oficio que amas pero tiene bastante de inutilidad, te planteas qué sentido tiene dicho esfuerzo.
Y aún no encontrando la respuesta, si algo está claro, es que no vine a ser paisaje.
No existo para ser espectador sino actor de mi propia vida, no vine a ser adjetivo sino verbo, mucho de presente continuo y ciertos tintes de pretérito imperfecto.
Recordando el cuadro de caza en el salón de mi casa de infancia, lo examinaba meticulosamente día tras día.
Había un perrito que miraba al exterior, te observaba fijamente no entendiendo porque era una representación de un mamífero y no una presencia del mismo, como si esperase que en cualquier momento, saltar y romper la bidimensionalidad para pertenecer al mundo, y ser sensible al tiempo.
Lo importante era ser y no estar.

" No vine a ser paisaje , verano I"
Plancha de hierro policromado
22 x 19 cm
2022
"No vine a ser paisaje, verano II"
Plancha de hierro policromado
27 x 19 cm
2022

"No vine a ser paisaje, Invierno I"
20 x13 cm
2022
"No vi e a ser paisaje, invierno II"
30 x 21 cm
2022

"No vine a ser paisaje, otoño II"
Plancha de hierro policromado
35 x 18 cm
2022
"No vine a ser paisaje , I"
28 x 15 cm
2022

"No vine a ser paisaje primavera I "
36 x 18 cm
2022
"No vine a ser paisaje primavera II"
30 x 24 cm
2022
Plancha de hierro policromado