Mutar es un Proyecto de pandemia. Mutar es un vomito de verdad camuflada. Mutar es necesitar decir algo, tomar coraje, inflar el pecho, afilar los dientes, entrenar el cuerpo, y finalmente no terminar de decirlo, o no decirlo bien para todos, pero al menos haberlo intentado.
Es que claro, la segunda vez que lo intentes, despues de tanto ardor en el pecho, vas a lograrlo. MUTƁS. Por eso no importa si la primera vez queda solo en un intento. El intento es parte. El intento son los primeros gajos de piel que buscan desprenderse, tienen la busqueda empapada de intenciĆ³n hace dĆ­as, meses, juntan valor, y se comienzan a desprender. Hasta que llegan al piso. Sufrieron. Cambiaron. Se fueron.

La chatarra es el olvido. La chatarra son los olvidados. La chatarra son los q no quieren estar. La chatarra es lo que no quiere estar y lo rechazado.
En la chatarra encuentro la miseria, la abrazo, la hago parte de mi. Entiendo que convive conmigo. Vamos y venimos, cuando estoy en silencio la escucho tan fuerte que me aturde. Me hace temblar. Tiemblan mis manos, palpita mi corazĆ³n y me agota. Mis pies pierden rumbo. Se aflojan mis piernas. Mi torso gira de un lado al otro, mi mirada. Mi mirada.
Mi mirada no existe. Solo veo. Intento no caerme. Respiro profundo. Miseria. Miedo. Rencor. Desgano.
Lo tengo que transformar. Lo tengo que llevar a otro lugar. Necesito contarte, necesito transmitirte este mensaje. Necesito mostrarte mi aprendizaje.
Pero no puedo olvidarme donde aprendĆ­.
Y aprendĆ­ con la miseria. Mi miseria. Ya se que la dije un montĆ³n de veces. Pero asĆ­ es. La aprendĆ­ desglosando, desarmando, aguantando cortes, infectĆ”ndome heridas, con mi chatarra.
Entonces cuando ya entiendo medianamente cĆ³mo manipĆŗlarla; junto a ella, te voy a contar cĆ³mo me sentĆ­ y cĆ³mo lleguĆ© al otro lado. CĆ³mo transmute, transforme y crecĆ­.
Los colores.
Los colores solo disfrazan.
Los colores representan como me siento aveces. CĆ³mo me siento cuando estoy con los mĆ­os. CĆ³mo me siento cuando me olvido de la chatarra que llevo en mi mochila, q veo en las conciencias sucias y perversas, que se guarda en mi retina, que se convierte en patrĆ³n y hĆ”bito peligroso.
Cuando me olvido de eso, me siento como esos colores que ves que uso...
Pero todavĆ­a no puedo dejar de escribir como un corazĆ³n doliente
MVTAR
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