Esta cocina, cuyo usuario es un chef con discapacidad visual, tiene un estilo industrial que incorpora componentes de gran utilidad y funcionalidad para personas con esa discapacidad. Por ejemplo, cuenta con texturas especiales, sistemas y artefactos sonoros, mobiliario con puntas redondeadas, indicaciones en braille, repisas o gabinetes expuestos, pisos podotáctiles o pisos guía, comederos y bebederos para perros lazarillos, entre otros.
Este proyecto fue desarrollado en conjunto por: Harold Landeo Huamán, Cindy López Botton, Aixa Arrunategui Chujutalli, Indira Virrueta Arnao y Esthefania Lozano Oliva, con la supervisión de la Arquitecta Claudia Tassara Schinaia, coordinadora académica de Diseño en el Instituto Toulouse Lautrec.